Carta de mamá Pollo

Querido Pollo:

Ya en breve cumplirás 10 años. Y quiero aprovechar estas líneas para decirte todo lo que te quiero, todo lo que me importas y todo aquello que deseo en esta vida para ti.

En estos 10 años te he visto aprender, te he visto, jugar, te he visto disfrutar. Y de eso precisamente quiero hablarte... de disfrutar.

Pronto crecerás y llegará el día en el que ya no me busques para contarme lo que te gusta, con aquello que disfrutas. Y antes de que eso pase quiero dejarte esto aquí escrito. Para que lo leas siempre que te sientas perdido.

Siempre... digo siempre, haz aquello con lo que disfrutes, aquello que te llene el corazón. Y utiliza esa premisa para todo en esta vida.

Cuando seas mayor te tocará decidir a qué querrás dedicarte y ahí es donde yo quiero hacer hincapié. Si tienes que elegir, hazlo con el corazón. Haz aquello que te apasione. Aquello que te suponga un reto. Aquello para lo que, de verdad, sientes que viniste a hacer a este mundo.

Yo no lo hice y a día de hoy creo que aún no he encontrado aquello que vine a hacer. Y por eso te escribo esto. No pretendo que tú cumplas mis sueños, si no que busques los tuyos propios y te lances a cumplirlos.

Hoy aún eres pequeño y cada semana pasa por tu mente un futuro distinto. Te has pasado varios años contándome que quieres ser inventor. Fabricar ese robot que me ayude a mí con las cosas de la casa (para que yo tenga tiempo para encontrar trabajo) y otro, para que vaya en tu lugar al cole y te haga los deberes. A la siguiente semana quieres inventar una vacuna que me cure a mí, y así poder tener perros. Otra, quieres ser un constructor y hacer una habitación de experimentos cuya puerta secreta esté debajo de tu cama para que yo no la encuentre. Y otra, crear una máquina que nos lleve al cole con sólo apretar un botón y así no tener que ir andando con este frío invernal que hace estos días. Te he visto dibujar durante semanas juegos de mesa con sus instrucciones y todo y a la siguiente, dibujar cómics de supervillanos que nunca te gusta pintar con colores.

Aunque creas que mamá no te escucha, lo hago. Aunque a veces te digo que pares un poco, que me vas a volver loca con tanto hablar, te escucho. Y guardo en mi corazón todo eso. Todas tus ideas maravillosamente locas. Porque todas esas ideas son “tú”. Son las que definen quien eres y como serás el día que decidas crecer. Y deseo que si decides que cualquiera de esas ideas sea el timón de tu futuro, adelante! Disfrútalo y pon todo tu empeño en cumplirla y disfruta cada minuto del proceso. Porque eso es lo que te hará sentir bien. Te hará sentir pleno. Sentirás que para eso viniste a este mundo.

E igual tu corazón se sentirá pleno haciendo el pan todas las madrugadas en un obrador, enseñando a otros niños esa asignatura que de aquella, no te gustaba tanto y luego descubriste que era apasionante, o apretando tornillos en una cadena de montaje...o quien sabe, igual inventando una vacuna para que mamás como yo, puedan tener al fin un perro en casa.

Quién sabe! Puedes ser lo que quieras. Pero debes quererlo de verdad, de corazón. Y mamá siempre estará a tu lado. Siempre apoyando y siempre ahí para cuando las cosas no salgan. Ahí, para recordarte que con casi 10 años ya te comías el mundo y tu cerebro era un cúmulo de ideas deseando salir por esa boca.

Disfruta mi pequeño pollo de todo lo que decidas hacer en esta vida y si alguna vez pierdes el rumbo recuerda leer esto que te dejo escrito. Esto que mami te escribe con el corazón en la mano.

Te quiero pequeño.