¡10 años ya, madre mía! Aún recuerdo como si fuera ayer, el momento en el que te pusieron en mis brazos. Tan pequeño, tan indefenso... y sin manual de instrucciones.
Gracias por darme la oportunidad de crecer y aprender contigo.
Hola de nuevo una semana más. Perdonad que esta semana haya estado algo más ausente pero este mes se me juntan muchas cosas. Concretamente esta semana ha sido de las que le faltaban horas al día y he tenido que dejar un poco aparcado el blog.
Pero bueno, aquí estoy otro #VDLN más.
Como dije en mi primer #VDLN, intentaré cada semana aportar mi post, a ser posible, siempre que esté relacionado de algún modo con el pollo.
Como era de esperar el mundo virtual de la construcción con bloques entró pisando fuerte en este gallinero. El pollo tiene manuales, libros de aventuras de varios autores, merchandising... y claro, no podía faltar la música.
¿A vuestras criaturas les gusta jugar a juegos en general
sin que se monte un guirigay en mitad de la partida?
Porque al pollo, no.
Desde bien pequeño, jugar con él a cualquier juego de mesa
suponía que a los 10 minutos ya estuviese llorando amargamente porque no
ganaba. Recuerdo que jugar a Feroces Vikingos de Haba ya era toda locura porque
era ver que no tenía más gemas que el resto y se echaba a llorar.
Hoy os voy a contar cual fue la primera canción que bailó el pollo. Y que la bailó junto a ésta que escribe como si fuésemos uno. De hecho lo éramos...
Allá por otoño/invierno del 2006 me encontraba embarazada del pollito, de unos 6 meses. Aunque por mi volumen parecía de aquella que ya estaba a punto de dar a luz.
Por aquel entonces ya llevaba un tiempo radiándose una canción, que prácticamente ponían todos los días a la misma hora. Como mi embarazo fue diagnosticado "de riesgo" mi vida durante aquellos 9 meses fue bastante monótona y rutinaria.