Esos días especiales. Guardándolos para el recuerdo!

¿Os podéis creer que con todas las fotografías que tengo de mi hijo, casi puedo contar con los dedos de las manos las que tengo en formato físico de mi pollo?

Pues este año, con motivo de la celebración de la comunión me quería desquitar y decidí que haría con el pollo una sesión de fotos de esas tan bonitas que se hacen hoy en día. Ya lo tenía pensado. Nada de esas fotos de comunión con niño vestido de marinero, si no de esas mucho más naturales en algún sitio bonito de Valladolid hechas por un buen amigo profesional.

Pero poco duró la alegría. Como los meses previos me pilló la mudanza a la casa, fue muy difícil organizarlo todo con tiempo. La comunión estaba casi a la vuelta de la esquina y yo no había podido ni contactar con el fotógrafo para la sesión. Y una mañana, sorpresa!!! El pollo aparece con unas manchitas por las mejillas que se van extendiendo y aumentando a cada día que pasa.

La afección que pollo tenía resultó ser un Megaloeritema un tanto brutal. El pobre se llenó de pies a cabeza de manchas. Hasta en el centro de salud llegaron a pensar que pudiese ser un brote de escarlatina. Menos mal que no era así y todo quedó en una vírica un tanto tocanarices. Así que los días pasaron y no tuve más remedio que descartar la idea de la sesión de fotos previa a la comunión.

Y llegó el día, lo celebramos y nos hicimos montones de fotos para inmortalizar el momento. Las fotos de aquel día quedaron en mi ordenador hasta que hace unos días una amiga y compañera de la blogosfera me dio a conocer la empresa Saal Digital. Estuve mirando en su página todos los servicios que ofrecen y me decanté por el álbum digital, para al menos tener un bonito recuerdo en papel de aquel maravilloso día.

La verdad es que resultó muy fácil personalizarlo. Tiré de fotos del fotógrafo de la iglesia como de la cámara de mi padre, que todo sea dicho también lleva la fotografía en la sangre. Y personalicé el álbum de mi criatura.

La aplicación que te descargas es superintuitiva y te permite partir de una plantilla ya prediseñada, como empezar de cero y hacer auténticas virguerías. Yo partí de una plantilla sencilla aunque luego me vine arriba y acabé por realizar una más personal y elaborada.

Y no puedo estar más contenta con el resultado. A los pocos días de pedir online mi álbum digital me llegó a casa, cuidadosamente empaquetado y allí estaba...era sorprendentemente bonito. Los acabados son muy buenos y los colores de impresión son totalmente fieles a las fotos originales. 

El álbum te permite utilizar, gracias a su apertura de 180º, todo el espacio de la doble página sin que se estropee la instantánea. Viéndose a la perfección.

Y como los proyectos que realizas se guardan en tu ordenador puedes realizar de nuevo el mismo pedido siempre que quieras. De hecho ya estoy retocando un poco el original (añadiendo más fotos) para comprar un par de álbumes a las abuelas. Que ya sabéis que para ellas no hay fotos suficientes.

Así que si queréis plasmar todos vuestros recuerdos en formato físico, echar un ojo a la página de SaalDigital que seguro que alguno de sus productos se ajusta a lo que estáis buscando.

¿Y vosotros? Habéis realizado algún pedido ya con Saal Digital? Contadme que os parecido.