El reto de las 52 semanas, con niños!

A principios de este año la blogosfera se llenó de entradas sobre propósitos para el año que empezaba y una parte de mí estuvo tentada de hacer lo propio con los míos. Digo estuve, porque bien sabe el mundo que soy una experta en proponerme retos y dejarlos a las pocas semanas. En eso soy una artista, no lo voy a negar a estas alturas. Y si quisiera empezar una lista de propósitos el primero debería ser ese mismo, no dejar cosas inacabadas.

Y todo esto viene porque a principio de año, entre las entradas que leí me llamaron la atención la de Corriendo sin zapatillas “El reto de las 52 semanas, ¿ahorramos?" y la de mi queridísima Sonia de La Sonrisa despeinada “El reto de las 52 semanas”. Ambos explicaban en que consiste este reto que no es más que ir ahorrando semanalmente en euros la misma cantidad que el número de la semana en la que nos encontremos. Es fácil, semana 1… 1 euro, semana 2... 2 euros….y así sucesivamente hasta llegar a la última semana (la 52) en la que ahorraríamos los 52€.

Eso tiene algunas dificultades como que cada vez cuesta ahorrar un poco más y las semanas se pueden hacer muy cuesta arriba. Por ello, la idea de Sonia de dibujar en un papel las 52 semanas e ir tachando aquellas que nos vinieran mejor completar, según la época del año en la que estemos me pareció una magnífica opción. Además el hecho de hacer partícipes a nuestros pequeños nos aseguraba una tarde entretenida preparando la hucha.

Pero yo quise rizar el rizo e involucrar al pollo en este reto de las 52 semanas. Tras proponérselo y explicarle el fin de todo esto, aceptó y aquí os presento nuestro proyecto.

Mamá (es decir, una servidora) hará el reto tal cual os he explicado anteriormente optando por ir cumpliendo semanas según me venga mejor ya que mi situación laboral ahora mismo es inexistente. Y el pollo hará lo que a continuación os paso a contar.

El reto de las 52 semanas para niños

(Con imprimible al final del post)

Para el reto del niño he de explicar previamente que en esta casa no ha existido hasta el día de hoy paga alguna ni propina, aunque si es cierto que los abuelos y en ocasiones papá también le han dado algún dinerillo y poco a poco ha ido ahorrando.

En este caso él (con mi ayuda) ha preparado también su hucha pero las cantidades que introduciré en ella serán distintas a las del reto original.

La idea es la misma pero en este caso cada semana se irá añadiendo a la cantidad a ahorrar semanalmente 25 céntimos de euro, en lugar del euro que añadiríamos en el reto original. De ese modo la primera semana guardaría en la hucha 0.25 €, la segunda 0.50€, la tercera 0.75€ y así sucesivamente. Así al llegar a final de año la hucha de nuestro pequeño contendrá la friolera de 344.50€

Y a que vamos a destinar todo ese dinero? Pues el niño es el que ha decidido y tras valorarlo ha sido aceptado. Teniendo en cuenta que va a ser todo un año de ahorro y que a día de hoy creo que no hay nada de primera necesidad que le falte, el niño me ha pedido que con lo ahorrado le compre una Nintendo Switch. Y la verdad, la idea me gusta.

¿Cómo lo hemos planteado en esta casa? Pues hemos llegado a un acuerdo por el que él se compromete a esforzarse en hacer una serie de cosas que habitualmente son sus tareas pendientes y si las va cumpliendo se ganará a final de semana el dinero que debe ahorrar correspondiente.

A continuación os adjunto algunas, aunque cada uno en su casa sabe con qué cosas se pueden negociar.

Tareas a realizar para el reto del ahorro

Entre las cosas que tiene que realizar, éstas son algunas de las que hemos pactado:

• Hacer la cama
• Poner y quitar la mesa
• Lavarse bien los dientes (pero bien!!!)
• Acceder a probar nuevos sabores o texturas en las comidas
• Mantener ordenado su cuarto
• No tener que andar yo detrás de él para que se ponga a estudiar.
• Utilizar correctamente la agenda escolar

Para poder llevar control del reto he preparado un documento en el que a parte de indicar a cantidad que se debe meter en la hucha cada domingo, disponemos de un listado en el que apuntar las tareas que se compromete a realizar para cumplir con su parte. Podéis descargaros este documento para imprimirlo tantas veces como necesitéis, imprimible del reto 52 semanas de ahorro con niños.

Si cada semana cumple con lo pactado al llegar el domingo el niño se habrá ganado su propina y podrá meterla a su hucha. Y por lo tanto estará más cerca de alcanzar su objetivo.

¿Qué os parece? ¿Os animáis vosotros? Contadme como lo haríais con vuestras criaturas.